Concurso para ampliar la casa de la familia Howard en el norte del estado de Pensilvania, en honor a la rica tradición de canteros, con un enfoque arquitectónico vanguardista. El terreno cuenta con una espectacular cascada de 12 metros de altura, excavada sobre aguas glaciares milenarias y antiguos arroyos.

Un nuevo proyecto que se integra en el paisaje y cumple con los estándares de construcción actuales.

Proponemos un concepto donde la arquitectura se reinventa a través de la mampostería y la piedra local. Donde la arquitectura surge como un diálogo entre el paisaje, las piedras, el río y la cascada. Un sistema de terrazas evita cualquier alteración drástica del paisaje, respetando todos los árboles y los límites históricos de inundación.

Buscamos transiciones hermosas: sorpresa, encuentro y contemplación; el río se convierte en fachada. La paz es el elemento que define donde los huéspedes experimentan la naturaleza.

Todos los espacios tienen vistas al río y a la cascada. Nuestra propuesta no solo responde al legado de la familia Howard, sino que lo amplifica; honra el espíritu de la casa de verano original a través de la materialidad.

El proyecto no busca imponerse en el paisaje, sino que honra la naturaleza y los valores familiares que envejecerán con gracia.